Resumen ejecutivo

Presentación
En tiempos convulsos, más paz, derechos humanos, igualdad y justicia social es el camino

 

Vivimos momentos de incertidumbre; décadas de crisis encadenadas que impactan en millones de personas en este mundo global que habitamos, y que tienen graves consecuencias en los derechos humanos, en la paz o en el bienestar de las personas. Unos efectos que no son casuales, sino que hunden sus raíces en un modelo de desarrollo que provoca pobreza, desigualdades, violencia, injusticias, que destruye el medio ambiente, o que deja a muchas personas en los márgenes. Un sistema capitalista y heteropatriarcal en el que la desigualdad de género hace que las mujeres tengan peores condiciones y posición que los hombres.

Ante esta realidad, Euskadi cuenta con una sociedad civil organizada, crítica y participativa que trata de luchar contra las injusticias y las desigualdades que asolan el mundo. El trabajo de las 83 organizaciones que forman parte de la Coordinadora de ONGD de Euskadi son buena muestra de ello, y es fruto de esa solidaridad y corresponsabilidad de muchas personas que sienten como propio el dolor, las necesidades, las carencias o los problemas del resto de personas. En alianza con otras organizaciones de otros países, las ONGD aportamos un análisis crítico del mundo y ponemos sobre la mesa alternativas y propuestas para cambiar el rumbo.

Además, el compromiso con la solidaridad internacional por parte de las instituciones vascas en las últimas décadas también pone de manifiesto esa voluntad colectiva de dar un paso al frente en la construcción de un mundo más justo y solidario para no quedarnos con los brazos cruzados y no caer en la desesperanza. Un reto que debemos afrontar de manera conjunta, desde un modelo de cooperación propio y basado en lo público, en la participación, en un tejido social activo y en el análisis crítico.

Desde 2024, Euskadi cuenta con una nueva Ley Vasca de Cooperación y Solidaridad. Consideramos que este un nuevo marco nos permitirá seguir evolucionando y adaptándonos a los nuevos contextos internacionales, y así poder seguir contribuyendo, desde nuestra esencia como ONGD, a articular un sociedad organizada y a crear otros paradigmas en los que otro mundo y otras reglas para regularlo sean posibles.

Ante la urgencia por la situación que vive el planeta, necesitamos un compromiso colectivo con la redistribución de la riqueza y la sostenibilidad ecológica y social. Por ello, es inaplazable romper con la panacea del crecimiento económico ilimitado, y en su lugar, situar en el centro de las preocupaciones y análisis el cuidado de las personas y del planeta.

Es precisamente ese compromiso el que queremos trasladar con datos a través de este Informe del sector de las ONGD vascas de 2023. Este trabajo muestra una foto representativa del sector de las ONGD vascas, las cuales tienen una consolidada trayectoria defendiendo las causas de la equidad de género, la justicia social y el desarrollo humano sostenible, como claves para vivir una vida que merezca la pena ser vivida. Este informe, elaborado de manera colaborativa entre las organizaciones aglutinadas en nuestra red, detalla los lugares donde trabajamos, nuestra base social, los sectores que priorizamos o nuestros recursos.

Es, además, una herramienta de transparencia para seguir realizando nuestro trabajo desde la honestidad y la eficacia. Es un ejercicio de responsabilidad del conjunto de las organizaciones porque nos permite compartir el alcance e impacto de nuestras actuaciones con la ciudadanía, las instituciones y colectivos con quienes colaboramos, poniendo el énfasis en la contribución que hacemos desde Euskadi a construir un mundo más justo y sostenible para todas las personas y en todos los lugares.

Queremos agradecer a las ONGD socias su colaboración para aportar la información que presentamos en este Informe. A todas ellas, ¡gracias!

Josu Urrutia Beristain
Presidente de la Coordinadora de ONGD de Euskadi

Julio de 2024

Resumen ejecutivo
 

Unas políticas de cooperación estables y el apoyo social a las ONGD vascas permiten seguir defendiendo los derechos humanos de millones de personas en el mundo

 
 
En este resumen ejecutivo del Informe de las ONGD vascas de 2023 ofrecemos una fotografía general de nuestras organizaciones, su trabajo y sus protagonistas. El informe íntegro, que se encuentra en esta página web, presenta información correspondiente al año 2022 de las organizaciones que han respondido la encuesta.
 
Actualmente, 83 organizaciones componen la Coordinadora de ONGD de Euskadi. La recogida de datos para este Informe se realizó en 2023, cuando 84 organizaciones componían esta red. 68 organizaciones socias respondieron esta encuesta.

Nuestro trabajo

 

En tiempos convulsos y de gran incertidumbre como el actual, 83 organizaciones vascas trabajan por la paz, la defensa de los derechos humanos y por un mundo más justo para todas las personas y en todos los lugares

 
 
Según datos de 2022 reflejados en este Informe, 353 personas trabajan en nuestras organizaciones (el 71 % son mujeres y el 29 % son hombres), por lo que concluimos que el sector de las ONGD vascas está claramente feminizado. En el caso de las personas cooperantes, el porcentaje varía levemente. Concretamente, el porcentaje de mujeres cooperantes es el 65% y el de hombres, el 35%. La mayor parte de las personas trabajadoras desempeñan sus labores en las sedes de las ONGD en Euskadi.
 
Los contratos indefinidos y las jornadas completas son las modalidades de contratación más habituales. Sin embargo, las mujeres tienen menos contratos indefinidos y más jornadas reducidas que los hombres. A pesar de ser un sector feminizado, se masculiniza en los espacios de gobierno de las organizaciones, a pesar de que hay una clara voluntad política para revertir esa situación.
El trabajo que realizan nuestras organizaciones se extiende a lo largo del mundo, y alcanza a 3.318.225 personas.
 
Las ONGD están presentes en 63 países y mejoran las condiciones de vida de millones de personas en zonas remotas y aisladas a las que no llegan otros actores de la cooperación. Por tanto, las ONGD tienen un papel fundamental e insustituible que cambia la vida a muchas personas.
 

Entre todas las ONGD, llevan a cabo 839 proyectos de cooperación (sin contar con las acciones de acción humanitaria, emergencia y educación para la transformación social) en los países donde intervienen, en los que invierten 57.889.799 de euros.

Los países en los que en 2022 se centraron los esfuerzos económicos de las inversiones por parte de las ONGD son los siguientes: Guatemala, Perú, Colombia, República Democrática del Congo, India, Palestina, Senegal, Sahara Occidental, México o Cuba, entre muchos otros.

La mayoría de los 839 proyectos se llevan a cabo en Guatemala (76), Perú (69), India (63), Colombia (52), Bolivia (42) o República Democrática del Congo (37), entre otros.

Las ONGD vascas trabajan con poblaciones y comunidades en todo el mundo. Alcanzan a 1.491.576 personas en África; a 1.174.607 en América; a 448.639 en Asia; y a 193.192 en Oriente Medio. Si desglosamos por sexo, en África, un 56,39 % son mujeres; en América, un 59,96 %, en Asia, un 64,54 %; y en Oriente Medio, el 62,28 %.

Cabe matizar que en los últimos años, en varios países de Centroamérica como Nicaragua, Guatemala y El Salvador se han producido episodios de criminalización de la solidaridad y de la defensa de los derechos humanos, así como de recorte de los espacios cívicos de la sociedad civil. Todo ello ha dificultado, incluso en ocasiones interrumpido, el trabajo de las ONGD en la zona.

Los proyectos de nuestras organizaciones se centran en 20 sectores de actuación. Concretamente, en 42 países llevan a cabo trabajo vinculado a la educación, entre los que destacan los siguientes: Bolivia, Ecuador, Colombia o República Democrática del Congo. En 38 países trabajan para apoyar a las mujeres mediante proyectos específicos sobre género y feminismos, entre ellos en: Perú, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Cuba, India o Senegal. Le sigue la labor que realizan en defensa de los derechos humanos (39 países), por ejemplo, en México, Colombia, Bolivia, Palestina o República Democrática del Congo; en el ámbito de la agricultura (37 países), entre ellos, Colombia, Bolivia, El Salvador, Mozambique o Senegal; o en aspectos relacionados con la salud (40 países), entre los que destacan República Dominicana, México, República Democrática del Congo o India.

En cuanto a la población destinataria de los proyectos de cooperación, la mayoría de las organizaciones dirigen su trabajo a las mujeres de 46 países. Le sigue la población rural, que recibe una atención importante en 37 países, el público joven, en 39 países, y la infancia, en 40.

La población con la que mayoritariamente trabajan nuestras ONGD son mujeres, en todos los sectores y en todas las regiones del mundo. El número de mujeres con las que trabajamos asciende a 1.966.438, frente a 1.353.766 hombres. Constatamos, por tanto, que el trabajo de nuestras organizaciones tiene un impacto destacado en la vida de mujeres y niñas.

En cuanto a las políticas institucionales en las ONGD, el 80,80 % de las organizaciones tiene una Política de género. El 75 % cuenta con un Protocolo sobre acoso sexual en vigor. Un 33,80 % ha elaborado una Política de gestión medioambiental.

Quién nos apoya

 

Aumenta la base social que apoya el trabajo de las ONGD

 
En 2022, la base social de las ONGD vascas ascendió a 117.774 personas, incluidas las personas socias y donantes y quienes realizan algún tipo de voluntariado.
 
2.153 personas son voluntarias en las ONGD vascas, de las cuales casi seis de cada diez son mujeres (59,41 %). Se incluye en este apartado a las personas que realizan algún tipo de voluntariado, tanto en las sedes de las ONGD como a través de su participación en órganos de gobierno. El grupo de edad con mayor presencia en el voluntariado es el que se sitúa entre los 30 y 64 años (en especial mujeres)
 

Las personas donantes también permiten que el trabajo de las ONGD sea posible, concretamente, 8.347 personas.

107.274 personas socias apoyan  a las ONGD de Euskadi, la mayoría particulares frente a las entidades privadas socias.

Nuestras cuentas

 

La evolución de la economía vasca y cierta estabilidad en las políticas vascas de cooperación incrementan ligeramente los fondos de las ONGD, lo que les permite continuar con sus intervenciones en defensa de los derechos humanos


En cuanto a los ingresos de las organizaciones, según los datos de 2022, se aprecia una ligera subida de ingresos tanto públicos como privados, tras una década de debilitamiento progresivo de esta política pública. Esa subida es positiva, aunque aún insuficiente, ya que el compromiso porcentual destinado a cooperación por parte de las instituciones vascas permanece congelado.

En 2022, las ONGD conjuntamente ingresaron 76.680.406 euros. Un  74,43 % fueron fondos públicos (de esa cantidad, el 86,58 % proviene de fondos autonómicos y locales, y el resto, de fondos de ámbito nacional o europeo).

El resto de los ingresos, es decir, un 25, 56 % son fondos privados. La mayor parte corresponde a donaciones puntuales, un 40,37 %, (en ella están contabilizadas las donaciones puntuales de personas físicas y el resto de campañas de captación de recursos). Le siguen las cuotas periódicas, un 34 %. En tercer lugar, se encuentran otros ingresos privados, el 26,60 %.

Destacamos que se ha producido un leve incremento en el porcentaje de la financiación privada y un descenso de la pública en comparación con el informe anterior de 2021. Sin embargo, no podemos concluir que sea un cambio de tendencia.

Esta ligera tendencia al alza en los ingresos de las ONGD debe interpretarse desde el contexto de excepcionalidad pandémica en la que se obtuvieron los datos del anterior Informe de 2021 (los datos eran de 2020). Entonces, ni los montos de las administraciones, ni las donaciones privadas, ni la posibilidad de ejecución operaban en un contexto de normalidad, por lo que este ligero incremento debe ser matizado. Además, a pesar de que en términos absolutos hay más fondos, en términos porcentuales no estamos en niveles mejores a la situación anterior a la pandemia.

Por tanto, a pesar de que ponemos en valor la estabilidad de las políticas vascas de cooperación, hay que hacer una lectura más amplia y profunda para no caer en el triunfalismo o pecar de exceso de optimismo en el diagnóstico.

Proyectos de cooperación al desarrollo, de emergencia y de educación para la transformación social, ejes del trabajo de las ONGD

 

En cuanto a los gastos de las organizaciones, en 2022, nuestras ONGD invirtieron conjuntamente 73.688.967 de euros en actividades que incluyen cooperación al desarrollo, acción humanitaria y educación para la ciudadanía global.

Si nos centramos exclusivamente en el presupuesto de cooperación para el desarrollo, cabe destacar que el 67,08 % del gasto se destinó a la ejecución de proyectos de cooperación para el desarrollo, y el 21,69 % a acción humanitaria y emergencia. El resto de recursos, es decir, el 11,22 %, se invirtieron en proyectos de educación para la transformación social, incidencia política y voluntariado.

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